Es típico en los viejos cementerios encontrarnos con esas colecciones de cruces que de forma serpentina van jalonando por entre las ondulaciones del firme de tierra los distintos yacimientos funerarios
Es de suponer que las primeros enterramientos católicos en tierra catolizada fueran tachonados por unas simples cruces de madera y en ellas iría pintado o tallada alguna pequeña inscripción, como algunas veces hemos visto en viejos cementerios, generalmente castellanos, y que nos les hubiera afectado el síndrome de la modernidad y con ello iniciar un reconversión de todas las tumbas hacia ese nuevo aspecto de nuevos mares adoquinados de blanco y negro que hoy presentan.
Cruces de madera en Cementerios
S Juan de Beleño (Asturias) Patones de Arriba (Madrid) LLanes (Asturias)
Como vemos estamos en presencia desde la sencillez y la modestia, y es evidente que en muchas ocasiones en presencia también de la pobreza, como bien se ve a veces en las tumbas de los infantes.
Pero está claro que la evolución llegó también a los Cementerios y pronto la Revolución Industrial permitió el desarrollo de la fundición del hierro al sustituir las fuentes de calor y el nacimiento de nuevas formulaciones tecnicas como nuevos hornos, maquina a vapor . etc, lo que hace que las simples cruces de madera fueron sustituidas por otras que no solo aportaban datos sobre los finados sino que iban aportando una y variada simbología, me estoy refiriendo alas cruces de hierro fundido que aún se ven por nuestros cementerios,que también debieron ser muy simples hasta que con el paso del tiempo, las circunstancias histórico-técnicas y cierta prosperidad hicieron que estos simples símbolos funerarios se fueran enriqueciendo en todos los sentidos.
Cruces de Fundición en el Cementerio de Valdenoceda.
Ignoro si existe un trabajo de investigación sobre estos curiosos símbolos funerarios, sus modelos , formas, y simbología y la combinación con otros elementos como la cerámica, porcelanas. etc que debieron ser todo un sustento dentro de la industria de la fundición. En general las datamos desde 1830 y llega hasta mediados del siglo XIX.
Pero como se hacían estas cruces…?
Será dela mano de la historiadora y Doctora en Historia del arte Ana Jesús Mateos Gil, que trabajo sobre la presencia de estas cruces en los Cementerios de Calahorra quien nos los cuente:
El proceso de fabricación de una cruz de fundición es simple. Para obtener la pieza, era necesario crear un modelo, generalmente en madera (abeto para piezas pequeñas y nogal para las de mayor tamaño), seca, bien pulida y perfeccionada. A partir de este modelo se elaboraban los moldes en material refractario, generalmente arena mezclada con materia orgánica, en ocasiones estiércol de caballo ,para darles consistencia. Los moldes suelen realizarse en arena por ser un material económico, reutilizable (muy importante en el caso de los moldes desechables),permeable (permite la salida de gases), refractario (soporta altas temperaturas) y resistente (aguanta la presión del metal).
Los moldes pueden ser desechables, es decir, que se rompen para expulsar la pieza, o permanentes, que se pueden reutilizar un determinado número de ocasiones. En este último caso cuentan con espigas para asegurar su perfecto encaje.
El molde generalmente constaba de dos piezas que correspondían a la parte
delantera y trasera de la cruz. Se reforzaban con cajas y se cerraban con fuertes ataduras para asegurar su perfecto encaje. Los moldes se realizaban por presión del modelo sobre la arena húmeda, que se compacta y puede cocerse para adquirir moldes cuentan con un bebedero cónico por el que se vierte el metal fundido o colada, uno o dos conductos principales con ramificaciones para permitir la entrada del metal en todos los intersticios del molde y conductos de ventilación para permitir la salida del aire y de los gases procedentes de la fusión. En el caso de las cabeceras huecas, podían realizarse por medio de moldes con alma interior o fundiendo las diversas partes por separado y soldándolas posteriormente.
Una vez obtenido el molde, se recubre de un material como polvo de hulla, carbón de leña, talco o grafito para evitar que el metal se adhiera al molde. Se vierte entonces la colada de hierro fundido por el bebedero, por gravedad, y se deja enfriar. Una vez frio se desmoldaba la pieza, se limpiaba con arena y se eliminaban las barbas e imperfecciones con buril y lima. El resultado es una pieza de baja porosidad, buen acabado y alta exactitud dimensional.
Las cruces eran terminadas en destino por el herrero y eran las empresas de pompas fúnebres las encargadas de adquirir, almacenar y colocar estas cruces, que se sellaban con yeso y limadura de hierro.14 El empresario podía añadir una imagen del crucificado y una placa con los datos del difunto. Un pedestal de piedra u hormigón mantiene la cruz en pie. La cruz cuenta con vástagos que se introducen en las encajaduras dispuestas por el cantero y que se rellenan de plomo fundido.
Cruces de hierro en el Cementerio de Pola de Gordón
En ocasiones, con la encajadura desaparece de la vista la marca de la fundición. Generalmente estaban pintadas de negro, con algunos detalles en gris plateado.
Pues bien, en el Cementerio de LLanes hay una pequeña colección de estas cruces que les expongo a continuación:
Cruz con ángel orante y cristo crucificado Virgen orante
Diversos modelos de cruces de hierro fundido
Reciclaje de materiales en LLanes
Es una pena que estas cruces se pierdan en el olvido, cuantas de ellas no habrán quedado sepultadas por los escombros pues ya se sabe que robar en el Cementerio o llevarse estas cruces trae mal fario, por lo cual por ahí andan rodando.
Hace años le dije a un cura que regentaba el cementerio parroquial, y que tenía una buena colección de ellas, porque no las anclaba a los muros internos del Cementerio, para al menos asegurar cuya conservación y así lo hizo y hoy es un buen ejemplo de recuperación.
texto y fotos @Victor Guerra
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