Igual que otros han quedado prendados de cementerios, como el parisino Pere Lachaise, o el de italiano Staglieno, los cuales no conozco, pues yo me he quedado prendado por cercanía y por sus «sorpresas» los cementerios portugueses.
Los cementerios portugueses de la zona centro-norte tiene quitando los de Oporto y Lisboa, ese punto entre la melancolía rural y la expresión simbólica de las clases adineradas portuguesas, pero yo creo que sin llegar a ser estrambóticas, digamos que están el punto de equilibrio justo.
Cuando se entra desde la Asturias tramontana, por tierras de Sanabria, que como me gusta entrar en Portugal, pues una de la poblaciones de toda esa densa geografía rural es Vila Real, localizada como dice el Wikipedia, en el límite dela Terra Quente, lo que ya nos expresa como es la zona de Tras Os Montes.
En uno de los viajes me desvié para ver el Cementerio de Vila Real, que ya es desviarse, y busqué por su enrevesada orografía, puesto que se ubica en la sureña cara de un promontorio que se abre al norte con profundos acantilados sobre los ríos Corgo y Cabril, y casi que en el extremo de ese promontorio, a modo de balcón se haya el Cementerio Vejo, o viejo de Vila Real.
Es una ciudad pequeña de provincias y cuyo centro tiene sorprendentes cosas, como la estatua de Carvalho de Araujo (1881-1918) oficial de la marina portuguesa y fue Diputado en la Asamblea Constituyente de la República y Gobernador duramente un tiempo en Inhambane (Mozambique), el homenaje escultórico a su persona lo encontramos en mitad del pueblo, a modo de los hitos rusos, pues su hechura no sé porqué me recuerda a esas inmensas esculturas de la Revolución rusa. En este caso estamos ante la escultura llevada adelante pro Anjos Teixeira.
Pero la villa guarda otros bellos rincones, no tan militarizados y que me recuerda a las viejas obras de los «Companongs du Devoir» que iban dejando por «Tour de France» todo su saber y hacer,. No es el caso , pero en todo admírense del quehacer de los canteros de Tras os Montes, que tanta fama tuvieron, y tienen:
Dejamos la urbe y buscamos el promontorio del Cimetiere Vejo de 1841-43; se trata de un cementerio pequeño, que una parte de enterramiento está pegado al rededor de una impresionante iglesia, que da una idea cabal del peso en su tiempo de la curia y también de la religión, tras esta se abre una parte más antigua con enteramientos en tierra, que ha quedado a modo de jardín de la memoria, o jardín funerario
Entrada e iglesia del cementerio de Vila Real
A pesar de los años en Portugal se tiene el detalle del recuerdo
Escultura y tumbas
En la parte de atrás de la iglesia mirando a los citados acantilado que rodean el cementerio de Vila Real está este otro recuerdo funerario
Victor GUERRA
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